Me llamo Mirta y mi familia está formada por mi esposo Rito y mis tres hijos, Itatí, Cristian y Alan.
Desde hace 7 años concurro al grupo Al tercer día.
En todo este tiempo al encontrarme con el Señor Jesús me pedía que renuncie a algo, pero no podía darme cuenta en qué estaba fallando.
En un momento de oración íntima con el Señor, en un retiro de servidores, el Señor Jesús trato conmigo de una manera como nunca antes, me pude entregar enteramente a él y fue ahí cuando me pude dar cuenta, que área de mi vida tenia cerrada a él, era el perdón, que venía arrastrando desde niña, odio, resentimiento y bronca.
Al entregarle todo lo que yo era, fue cuando Dios tomo el control de mi vida y escuche una voz que me decía:
“Si decides creerme y seguirme yo te haré libre” (Juan 8,32)
A partir de ese momento sentí la sanación interior
Ahora soy una nueva persona en Cristo que me fortalece.
¡Toda la Gloria para él!!!
No me cansaré de darle las gracias al Señor por esta hermosa comunidad.