Espero que en estos momentos podamos abrir los ojos de nuestra fe, y podamos ver en el mundo espiritual la batalla que se está librando y entender que los que están peleando por nosotros son más numerosos, e infinitamente más fuertes que los que están peleando contra con nosotros. Debemos comenzar a orar con acción de gracias
Su Palabra siempre nos fortalece. Siempre nos enseña algo ignorado. Siempre la Palabra de Dios nos da nuevas cosas. Dice el libro de los hebreos que es más cortante que espada de doble filo. Espero que en este momento tan especial que estamos viviendo traigas a tu vida La Palabra de Dios que es viva y eficaz, en estos tiempos que la mayoría de nosotros tiene la tendencia de estar hablando de todo lo que nos está pasando. Las distintas noticias que tocan nuestra vida y seguro que vienen con una preocupación.
Es inevitable que una noticia que nos dice que aumentaron los infectados del coronavirus y de los fallecidos, a nivel nacional y mundial no nos traiga dolor y compasión,
¡Claro que todas estas cosas afectan nuestra vida! pero...
¿permaneceremos en esto continuamente?
¿O buscamos la respuesta en Cristo?
Creo que en estos momentos hay otro virus tan temible como el coronavirus que es el virus del miedo, que también nos está atacando y también nosotros debemos aplicarnos la vacuna, contra el Pánico que es la Palabra de Dios.
Ella nos ubica, porque a veces podemos pensar que la raíz de este problema puede estar en un murciélago o en un camello. ¡No, no! Los problemas empiezan en el espíritu y se solucionaran en el espíritu. La Palabra de Dios nos dice en el libro de Deuteronomio en el capitulo 31, 8
El SEÑOR irá delante de ti; El estará contigo, no te dejará ni te desamparará; no temas ni te acobardes. (Deuteronomio 31:8)
Dos cosas que como creyentes tenemos que hacer:
- .no dejarnos llevar por el temor.
- no acobardarnos.
Pero claro, si nuestra información es contraria a la verdad de las Escrituras, nuestra mente va a disparar para el miedo y nuestros pensamientos NOS VAN A LLEVAR A PARALIZARNOS POR EL TEMOR.
Fíjate de que fuente viene la información que estas dejando depositar en tu mente. Esta batalla es en el Espíritu primeramente, no estamos peleando contra carne y sangre , primeramente tenemos que aprender a pelear en el espíritu, contra Principados, contra potestades de maldad, contra el demonio que como dice Juan 10, 10 el viene a matar a robar y a destruir, pero la buena noticia es que Jesús lo VENCIÓ EN LA CRUZ DEL CALVARIO , y si vos y yo entendemos que tenemos autoridad delegada por Jesús , si entendemos que debemos ejercer esa autoridad, nosotros vamos a ser libres de todo temor y de toda enfermedad.
En el libro de los Efesios leemos:
Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo. Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, CEÑIDA VUESTRA CINTURA CON LA VERDAD, REVESTIDOS CON LA CORAZA DE LA JUSTICIA, y calzados LOS PIES CON EL APRESTO DEL EVANGELIO DE LA PAZ; en todo, tomando el escudo de la fe con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno. Tomad también el YELMO DE LA SALVACION, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. Con toda oración y súplica orad en todo tiempo en el Espíritu, y así, velad con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
(Efesios 6:10-18)
Esta palabra es tan actual para este momento.
Es importante que tengamos presentes que no estamos en una lucha de igual a igual. Somos más que vencedores, y son muchos más los que están a favor nuestro (ángeles guerreros de alto rango) que los que están contra nosotros. Y si nosotros nos fortalecemos en el Señor y en el Poder de su fuerza, tendremos victoria.
Recuerdo que en momentos muy difíciles de nuestra vida estos versículos de Efesio, nos fueron dando lo que necesitábamos para vencer las dificultades, En esos momentos para nosotros las dificultades eran de orden económico, pero era para nosotros estar afectados con un “Coronavirus de aislamiento y de imposibilidades “también recordábamos con José algunas de las cosas que nos sucedían, por ejemplo: quería llevar a los chicos a la escuela y no tenía dinero para el colectivo ( no me podía mover) les decía a nuestros hijos: vamos a hacer la tarea escolar y nos decían ¡“mamá no tenemos lápiz ¡ y no teníamos dinero para comprárselos, o quería hacer una comida y me faltaba un ingrediente principal …en ese nivel…, era como que estábamos en una “cuarentena de dificultades y de imposibilidades “, pero Dios nos iba dando nuevas fuerzas, y a cada situación les pudimos poner la sabiduría y el amor, que Dios nos iba dando cada momento, no era que nosotros la tuviéramos, y creo que en este momento es importante que vos y yo le pidamos a Dios fortalecernos en la fuerzas de su poder, Muchas de las dificultades que nos vienen no es que nos caen de golpe sino que hemos estado de espaldas a Él, hemos estado basándonos en nuestros propios pensamiento criterios , hemos dejado su sabiduría de lado ,su verdad de lado, y ahora sufrimos las consecuencias globalmente; y globalmente lo hemos dejado de lado a Dios y a sus mandamientos, , pero si leemos la Biblia , es la historia del Pueblo de Dios. Cuando estaban un poquito mejor lo iban dejando de lado, pero el pueblo se volvía a Él Clamaba y pedía y nuevamente y Dios los protegía y los cuidaba, porque EL ES Bueno y sus Misericordias se renuevan cada mañana,
Tal vez dentro de unos años nos acordemos de este 2020 y podamos decir: ¡Gracias Señor! porque en estas dificultades nos mantuviste firmes Tu fuiste Mi seguridad, y mi escudo, pero para eso debemos ejercitar la fe, aunque tu casa sea pequeña y estén todos juntos ahí y las dificultades se te sumen, aun así, dale gracias a Dios, y si confías en El, Dios avalará esa confianza.
En Filipenses 4: 12-13 dice
Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
No soy yo solo que puedo, sino Cristo en mí, que me fortalece para poderlo TODO.
Tal vez dentro de un año, diez o quince, podamos recordar esta dificultad y mirando atrás volvamos a repetir
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE.