Día 35

Escrito el 23/03/2021
Al Tercer Día

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 8, 21-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:

«Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros».

Y los judíos comentaban:

«¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: “Donde yo voy no podéis venir vosotros”?».

Y él les dijo:

«Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis en vuestros pecados: pues, si no creéis que Yo soy, moriréis en vuestros pecados».

Ellos le decían:

«¿Quién eres tú?».

Jesús les contestó:

«Lo que os estoy diciendo desde el principio. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me ha enviado es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él».

Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre.

Y entonces dijo Jesús:

«Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que “Yo soy”, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada».

Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.

Reflexión:

  Jesús le dice a la gente que Él es uno con el Padre y que fue enviado por Él para compartir la Buena Nueva del Reino de Dios.  Jesús estaba absolutamente sintonizado con Su Padre, en sus pensamientos y obras. La armonía entre los dos es total y divina, y esto es un espejo para nosotros que podemos hacer lo mismo, porque todos los movimientos de Jesús en esta Tierra fueron como hombre, mostrándonos que cada uno de nosotros puede realizar las mismas obras que Él y aún mayores como el mismo nos lo recuerda.

Jesús les dice que sólo luego que Él haya sido levantado en la Cruz, se darán cuenta de Quién es. La Cuz nos revela a Dios. “Me voy y ustedes me buscarán…” El tiempo de buscar a Jesús es ahora.  Si anhelo ver cuán sintonizada está mi vida a Jesús necesito preguntarme:

 ¿Cómo paso mi tiempo?

¿Qué es lo que más pienso?

 ¿Qué es lo que más deseo?

 Si estamos atados a este mundo… ¿Podemos realmente encontrarnos con Cristo?