Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 1, 16. 18-21. 24a
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
La generación de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Cuando José se despertó, hizo lo que le habla mandado el ángel del Señor.
Reflexión:
¡Qué belleza este Evangelio! ¡Cuánta luz nos trae para aplicar en nuestras vidas!!
Primeramente, vemos como en el Plan Extraordinario de Dios está este hombre maravilloso, José, en este año en que nuestro Papa ha querido resaltar su lugar predominante en nuestra Iglesia declarando al 2021 “Año de San José” con su carta apostólica Patris Corde (“Con corazón de padre”).
En dicha carta nuestro Papa dice: “La grandeza de San José consiste en el hecho de que fue el esposo de María y el padre de Jesús. En cuando tal, <<entró en el servicio de toda la economía de la encarnación>>como dice san Juan Crisóstomo”.
En este Evangelio aprendemos claramente que el origen de Jesús es divino y también humano. En san Lucas se nos cuenta la historia de Jesús desde el punto de vista de María, acá Mateo se centra en la figura de San José. Dios interviene y cambia totalmente las expectativas de José. Es llamado a un nuevo nivel de obediencia que lo transformará totalmente y le dará una vida totalmente diferente a la que, tal vez, él tenía planeada para sí. Y esto es sorprendente en la vida de José: apenas él estaba por romper su relación con María un ángel en sueños le dice que no lo hiciera. Y obedeció sin vacilar, y nos imaginamos con qué alegría. José era un hombre recto que buscaba hacer la Voluntad de Dios. No todas las decisiones que tomamos en la vida son claras frente a lo que es o no correcto; a veces hay grises, soluciones sin aparentes ganancias en las que habrá incomprensión en cualquier elección que hagamos. A todos nos ha pasado en algún momento. Necesitamos del Espíritu Santo que nos dé sabiduría.
Y le pedimos a nuestro querido San José que ruegue por nosotros para que seamos capacitados como él por el Espíritu Santo para escuchar la voz del ángel en las situaciones grises de nuestra vida.