Semana 1
Restaurando nuestra familia, nuestras relaciones,
e instalando la presencia de Dios en nuestra casa.
Día 5 / 7 de diciembre:
Realizamos la oración diaria.
Recuerdo los motivos por los que estoy ayunando.
Palabra de Dios:
Hechos de los Apóstoles 10:24-33
Al otro día entró en Cesarea. Cornelio los estaba esperando y había reunido a sus parientes y amigos íntimos. Y sucedió que cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y postrándose a sus pies, lo adoró. Mas Pedro lo levantó, diciendo: Ponte de pie; yo también soy hombre. Y conversando con él, entró y halló* mucha gente reunida. Y les dijo: Vosotros sabéis cuán ilícito es para un judío asociarse con un extranjero o visitarlo, pero Dios me ha mostrado que a ningún hombre debo llamar impuro o inmundo; por eso, cuando fui llamado, vine sin poner ninguna objeción. Pregunto, pues, ¿por qué causa me habéis enviado a llamar? Y Cornelio dijo: A esta misma hora, hace cuatro días, estaba yo orando en mi casa a la hora novena; y he aquí, un hombre con vestiduras resplandecientes se puso delante de mí, y dijo*: “Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus obras de caridad han sido recordadas delante de Dios. “Envía, pues, a Jope, y haz llamar a Simón, que también se llama Pedro; él está hospedado en casa de Simón el curtidor, junto al mar.” Por tanto, envié por ti al instante, y has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí presentes delante de Dios, para oír todo lo que el Señor te ha mandado.
Hechos de los Apóstoles 10:44-48
Mientras Pedro aún hablaba estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban el mensaje. Y todos los creyentes que eran de la circuncisión, que habían venido con Pedro, se quedaron asombrados, porque el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los gentiles, pues les oían hablar en lenguas y exaltar a Dios. Entonces Pedro dijo: ¿Puede acaso alguien negar el agua para que sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros? Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedara con ellos unos días.
Reflexión:
Cornelio reunió a su familia y a sus parientes para escuchar a Pedro. Evidentemente Cornelio era un hombre de influencia en su familia, de lo contrario no hubieran accedido a su pedido de reunirse para escuchar a un desconocido para ellos. Este es un ejemplo de cómo una persona puede ser la puerta a través de la que el evangelio llegue a una familia y amigos.