Bienvenida
Agradecemos profundamente que nos estés acompañando querido lector, el propósito de estas líneas es alentarte a conseguir todo lo que Dios ha soñado para ti, Su propósito es maravilloso y el potencial que Él ha sembrado en tu interior tiene y debe salir a la luz.
Comenzamos nuestra comunidad junto a mi esposo con un fuerte impulso del Espíritu Santo, y también con muchos ataques de Satanás. Bendito sea el Señor que nos fortalece en gran manera y nos da para cada estación de nuestras vidas el ropaje adecuado para protegernos cuando le buscamos de corazón.
En nuestros primeros comienzos, en la comunidad, casi nadie creía en el llamado que Dios nos había impartido, sumado a eso atravesábamos una tremenda crisis económica que tuvimos que enfrentar con nuestros tres hijos en ese entonces pequeños, estar sin empleo, desalojados, sin luz, sin gas, hasta llegamos a estar un día sin agua por no pagar los servicios, obviamente no teníamos auto, tampoco dinero para un colectivo la mayoría de las veces , y casi todos los “sin” que te puedas imaginar, aprendimos a caminar con nuestro calzado llenos de agujeros , pero en esa adversidad fuimos fogueados en el horno de la absoluta confianza en nuestro Padre Celestial. No siento vergüenza de contártelo porque de esa dura etapa surgieron los ayunos para demoler las barreras que no alcanzaba solo la oración. Ya lo dijo Jesús, “este tipo de demonios no sale sino con oración y ayuno” Mateo 17,21
“Al tercer día” es una comunidad que no solamente ora, sino es dadora, ayuna, porque aprendimos ‘desde el comienzo a derribar las fortalezas del enemigo guerreando con el “armamento poderoso” que el Espíritu Santo pone nuestras manos. Dar, Orar y ayunar. Aprendimos en ese tiempo de adversidad que no estábamos dispuestos a darle crédito a la derrota que el diablo nos proponía constantemente, sino que íbamos a creer en el Éxito en todas nuestras empresas, de la cual nos habla Josué 1,7
“Basta que seas fuerte y valiente, para obrar en todo según la Ley que te dio Moisés, mi servidor. No te apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, y así tendrás éxito en todas tus empresas.”
Y declaramos siempre que la UNICA VERDAD es lo que nos dice la Palabra de Dios, aunque nuestras circunstancias presentes puedan decir lo contrario.
La práctica del ayuno nos ha ayudado a atravesar esos momentos en lo que todo parecía salirnos mal. El ayuno nos cambia a nosotros, ayuda a destruir nuestro orgullo y nuestra jactancia en nuestra propia capacidad, pero al mismo tiempo refuerza nuestra dependencia en el poder de Dios.