Día 32. Sábados de Milagros

Escrito el 02/01/2021
Al Tercer Día

Hebreos 10:35-39

Por eso no pierdan ahora su resolución, que tendrá una recompensa grande. Es necesario que sean constantes en hacer la voluntad de Dios, para que consigan su promesa. Acuérdense: dentro de poco, muy poquito tiempo, el que ha de venir llegará; no tardará. Mi justo, si cree, vivirá; pero si desconfía, ya no lo miraré con amor. Nosotros no somos de los que se retiran y pierden, sino que somos hombres de fe que salvan sus almas.

 

Gálatas 1:11-20

Les recordaré, hermanos, que el Evangelio con el que los he evangelizado no es doctrina de hombres. No lo he recibido de un hombre, ni me fue enseñado, sino que lo recibí por una revelación de Cristo Jesús. Ustedes han oído hablar de mi actuación anterior, cuando pertenecía a la comunidad judía, y saben con qué furor perseguía a la Iglesia de Dios y trataba de arrasarla. Estaba más apegado a la religión judía que muchos compatriotas de mi edad y defendía con mayor fanatismo las tradiciones de mis padres. Pero un día, a Aquel que me había escogido desde el seno de mi madre, por pura bondad le agradó llamarme y revelar en mí a su Hijo para que lo proclamara entre los pueblos paganos. En ese momento no pedí consejos humanos, ni tampoco subí a Jerusalén para ver a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui a Arabia, y de allí regresé después a Damasco. Más tarde, pasados tres años, subí a Jerusalén para entrevistarme con Pedro y permanecí con él quince días. Pero no vi a ningún otro apóstol fuera de Santiago, hermano del Señor. Todo esto lo digo ante Dios; él sabe que no miento.

 

La fe es una gracia

153 Cuando san Pedro confiesa que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, Jesús le declara que esta revelación no le ha venido «de la carne y de la sangre, sino de mi Padre que está en los cielos». La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él. «Para dar esta respuesta de la fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto con los auxilios interiores del Espíritu Santo, que mueve el corazón, lo dirige a Dios, abre los ojos del espíritu y concede "a todos gusto en aceptar y creer la verdad"».

 

2733 Otra tentación a la que abre la puerta la vanagloria es la irritación. Los Padres espirituales entienden por ella una forma de aspereza debidos a la pereza, al descuido de la vigilancia, a la negligencia del corazón. “El espíritu [...] está pronto pero la carne es débil” (Mt 26, 41).

 

Twitter del Papa Francisco @Pontifex_es (14 oct. 2020)

En la #oración, ponemos nuestras preocupaciones y nuestras peticiones en las manos de Dios y confiamos en que nos escuche, porque Él sabe lo que necesitamos y nos dará lo que es bueno para nosotros.

 

REFLEXIÓN:

Pablo, en esta carta a los Gálatas, les recuerda y afirma, que al Evangelio, él no lo recibió de hombres sino por la revelación del mismo Señor Jesús.

Nunca dejamos de asombrarnos por este cambio de vida que vivió Pablo. San Agustín llamó a la conversión de San Pablo “la violenta conquista de una voluntad rebelde”, violenta sí,  así fue; una caída fuerte de un hombre con su corazón endurecido, para levantarlo en un apóstol lleno de la Presencia de Dios.

¿Cómo sucedió?

Pablo dice que recibió misericordia (1 Timoteo 1,13). La inigualable Misericordia del Señor Jesús lo encuentra a Saulo rumbo a Damasco con cartas de muerte, y frena ese viaje.

Sólo Dios puede hacer esto en un corazón7 tan endurecido como el de Saulo.

Cambio rotundo, cambio de naturaleza, milagro de Dios.

 Saulo nació de nuevo, su vida fue transformada para siempre… Pablo dice en Gálatas 1,15 : “pero cuando Dios me eligió desde el seno de mi madre y me llamó por medio de su gracia” ... Éste es un hombre que habla de la violenta conquista y escribe guiado completamente por el Espíritu Santo.

Él pasó, después de la caída de su caballo, tres años en Arabia. Y esos tres años, entre Arabia y Damasco, fue entrenado directamente por Jesús.

Tres años fueron también los que apóstoles estuvieron preparándose junto a Jesús  para extender el Evangelio. El mismo tiempo pasó Pablo a solas siendo fortalecido por el Señor . Tres años de aislamiento y en lo íntimo, como para sellar en el corazón de Pablo una dirección nueva que nunca más tendría retorno al pasado.

Sabemos que somos instruidos cuando nos apartamos…, tal vez no nos podamos apartar tres años en total soledad como lo hizo San Pablo, pero sí estos períodos de retirarnos con el Señor, nos enseñan a tener una vida profunda y a dejar de lado toda superficialidad, a mantenernos firmes a pesar de las tormentas que podamos sufrir. A veces, no consideramos que necesitamos tanta preparación en la intimidad y soledad con el Señor, y pensamos  “¿ para qué tanto tiempo de preparación?”

 Si Pablo no hubiera tenido todo este tiempo, no hubiese llegado adonde llegó. Estamos convencidos de que los que se quedaron en la mitad del camino es porque no consideraron que, en un momento, sus fuerzas se agotarían. Dios estaba preparando a Pablo para un nuevo mover de Su Espíritu Santo, lo sumergiría profundamente en lo que era su nueva fe, para que conociera íntimamente a su Salvador y tuviera conciencia firme de lo que significaba ser un verdadero apóstol de Dios.

La superficialidad, consideramos, es la maldición de estos tiempos.  La ligera información, aún en las cosas de Dios, parece aturdirnos todo el tiempo con mensajes, videos, imágenes, audios. Todo al momento… La satisfacción inmediata y rápida es un problema fundamental. Es imposible dejar huellas como Pablo las dejó sin estar tiempo con Dios.   

 

Hoy voy a Pedir perdón por:

Hoy Voy a Dar Gracias Por:

En Oración voy a pedir:

Padre,  que tengamos resolución, que seamos constantes en hacer Tu Voluntad hasta conseguir tu promesa y que no seamos de los que se retiran y pierden, sino que seamos hombres de fe que salvan sus almas, como lo dice tu Palabra en Hebreos 10, 35-39.