Día 18 MILAGROS

Escrito el 19/12/2020
Al Tercer Día

Marcos 10:27

Jesús los miró fijamente y les dijo: "Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para Dios todo es posible.

 

Marcos 9:20-27

Apenas vio a Jesús, el espíritu sacudió violentamente al muchacho; cayó al suelo y se revolcaba echando espuma por la boca. Entonces Jesús preguntó al padre: "¿Desde cuándo le pasa esto?" Le contestó: "Desde niño. Y muchas veces el espíritu lo lanza al fuego y al agua para matarlo. Por eso, si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos. Jesús le dijo: "¿Por qué dices "si puedes"? Todo es posible para el que cree. Al instante el padre gritó: "Creo, ¡pero ayuda mi poca fe!" Cuando Jesús vio que se amontonaba la gente, dijo al espíritu malo: "Espíritu sordo y mudo, yo te lo ordeno: sal del muchacho y no vuelvas a entrar en él. El espíritu malo gritó y sacudió violentamente al niño; después, dando un terrible chillido, se fue. El muchacho quedó como muerto, tanto que muchos decían que estaba muerto. Pero Jesús lo tomó de la mano y le ayudó a levantarse, y el muchacho se puso de pie.

 

2632. La petición cristiana está centrada en el deseo y en la búsqueda del Reino que viene, conforme a las enseñanzas de Jesús (Mt 6, 10. 33; Lc 11, 2. 13). Hay una jerarquía en las peticiones: primero el Reino, a continuación, lo que es necesario para acogerlo y para cooperar a su venida. Esta cooperación con la misión de Cristo y del Espíritu Santo, que es ahora la de la Iglesia, es objeto de la oración de la comunidad apostólica. Es la oración de Pablo, el apóstol por excelencia, que nos revela cómo la solicitud divina por todas las Iglesias debe animar la oración cristiana (Rm 10, 1; Ef 1, 16-23; Flp 1, 9-11; Col 1, 3-6; 4, 3-4. 12). Al orar, todo bautizado trabaja en la Venida del Reino.


1496. Los efectos espirituales del sacramento de la Penitencia son: 

— la reconciliación con Dios por la que el penitente recupera la gracia;
— la reconciliación con la Iglesia; 
— la remisión de la pena eterna contraída por los pecados mortales; 
— la remisión, al menos en parte, de las penas temporales, consecuencia del pecado;
— la paz y la serenidad de la conciencia, y el consuelo espiritual;
— el acrecentamiento de las fuerzas espirituales para el combate cristiano.

 

2637. La acción de gracias caracteriza la oración de la Iglesia que, al celebrar la Eucaristía, manifiesta y se convierte cada vez más en lo que ella es. En efecto, en la obra de salvación, Cristo libera a la creación del pecado y de la muerte para consagrarla de nuevo y devolverla al Padre, para su gloria. La acción de gracias de los miembros del Cuerpo participa de la de su Cabeza

 

Twitter del Papa Francisco @Pontifex_es (30 jun. 2013)

Un cristiano nunca puede ser aburrido o triste. Quien ama a Cristo es una persona llena de alegría, y que irradia alegría.

 

REFLEXIÓN: 

¡Qué hermoso es ver a personas dispuestas a soportar lo inexplicable para obtener lo inolvidable!

Muchas veces nos enfrentamos con situaciones en las cuales hemos agotado todos los recursos y ya no sabemos qué más hacer, entonces entendemos que la única manera que pueda ocurrir algo es a través de una intervención sobrenatural de Dios. Un milagro es justamente eso, una intervención sobrenatural de parte de Dios en la vida de una persona.

 Hay una actitud fundamental que necesitamos para recibir un milagro: debemos tener un corazón que cree. Dice San Agustín “Creo para comprender, y comprendo para creer mejor”.

Jesús le dijo al padre del muchacho: “Si puedes creer, al que cree todo le es posible”. Pero muchas veces nos cuesta creer, puede ser porque tenemos un corazón herido que sólo nos hace pensar en dolor y en incredulidad. Las personas, cuando estamos heridas, desarrollamos dureza en nuestro corazón; nos defendemos para que nadie más nos lastime.

 Cuando hay heridas en el corazón, tenemos un corazón que razona todo el tiempo y lo que no se puede entender con el pequeño raciocinio que tenemos, no se cree. No se obra, por lo tanto, en fe; y si no tenemos fe, no podemos recibir un milagro. Mientras se quiere tener el control de todo, no se abren las puertas de lo milagroso.

 En otros aspectos, algunos suponen que deben de ser perfectos para obtenerlo; y entendamos que Dios derrama milagros, no a las personas perfectas, sino a los que le creen y que sueltan su fe en Jesús. El milagro se recibe teniendo un corazón de niño.

Otra condición a la hora de recibir un milagro es que, a mayor resistencia del enemigo, más contundente es la prueba de que las bendiciones están por llegar. Como creyentes debemos ser conscientes de este hecho, de lo contrario no podremos lograr la victoria, creemos, que es muy importante saber, que la causa por la cual el diablo se nos opone tan duramente en ocasiones, se debe a que estamos a punto de experimentar un gran milagro y cuanto más nos acercamos, mayor es la lucha. Si podemos resistir un poco más, Dios va a darnos la victoria en cada circunstancia de nuestra vida. En vez de sentirnos desanimados cuando nos enfrentamos a obstáculos, tendríamos que entender que en ellos está encapsulado un nuevo mover fresco del Espíritu Santo en nuestras vidas, deberíamos responder con confianza.

¡Dios es todo lo que necesito!

¡Él es mi Padre, el Creador del cielo y de la tierra, Quien además sostiene el Universo!

 ¡Él es Yahvé el “Yo Soy el que Soy”!

Por eso, como dice el Papa Francisco, un cristiano triste y aburrido no es un buen cristiano. Cuando estamos llenos de fe en que Dios nos va a dar ese milagro, nunca estaremos tristes, sino colmados de alegría, porque: ¡PARA EL QUE CREE TODO ES POSIBLE!

 

Hoy voy a Pedir perdón por:

Hoy Voy a Dar Gracias Por:

En Oración voy a pedir: Padre Celestial, te pido tener siempre la alegría en mi corazón, confiando siempre que si Tú estás conmigo, me sobran motivos para gozar de las maravillas de esta vida.